miércoles, 21 de junio de 2017

No olvides mirar para abajo


La vida entraña siempre una constante lucha por la consecución de logros que, desde que uno tuvo uso de razón, soñó conseguir algún día de mayor; y muchos en ese ímpetu constante que tiene los primeros años de nuestra vida, de nuestra juventud, trabajan arduamente para llegar a conseguirlos una veces por méritos propios, otras por demérito del otro y, en muchas ocasiones, por la mano tendida que se acerca a nosotros para poder dar ese salto de calidad en nuestras vidas, en nuestros sueños.

Pero la vida no solo te da regalos en forma de sueños cumplidos, también es bastante común que en las horas postreras, de alguna manera, nos pase una factura a pagar.

Por eso, mientras estás en las horas de sol y vas en ascenso en tus pretensiones, cuídate de usar como escalones a aquellos que te tienden esa mano, aquellos que no te preguntan, que no miran a tu pasado sea cual fuere, que te aceptan como eres, a aquellos que, sin buscarlos, los encuentras 'siempre', no cuando vienen bien dadas o cuando les ríes las gracias, aquellos que no están solo cuando el interés económico, social, laboral, artístico o de cualquier otro tipo se tercia (de esos que tanto encuentras transitando por las avenidas de la vida); sí, cuídate de no pisar las manos que ahora te aúpan cuando estés iluminado por las auroras.

Porque, querido amigo, el ocaso tarde o temprano te llegará y, quizás, necesites de los que pisoteaste para llamarte 'Don', 'Señor', 'Usted', sin tener en cuenta ese origen que quizás fue más feo de lo que quieres que vean y te toque pasar abruptamente por el 'Tu', al que todos estamos abocados, donde las soberbias y los orgullos te servirán para poco, seguramente para nada.

Como Platón aseveró con acierto "no dejes crecer la hierba en el camino de la amistad". Ándalo con insistencia y deja que la vida después te juzgue, por lo menos, con indulgencia.

miércoles, 14 de junio de 2017

FERIA DEL LIBRO DE MADRID 2017

"Al autor desconocido" 


Un libro no es un título o un autor... más bien, es un compendio de palabras que, combinadas magistralmente o quizás no tanto, le llega y llena a uno el corazón, el alma y la mente con un universo paralelo y mágico donde no alcanza a llegar más que aquellos que de verdad son buenos 'leedores' y degluten la literatura al margen de quién, cómo o por qué se hizo.

Por eso, cuando compres un libro, acuérdate de esta premisa....
"No hay escritores pequeños, ¡qué va! (Lo diga quién lo diga); hay pequeños lectores".

Con estas palabras que vierto hoy aquí no quiero más que expresar mi cariño y reconocimiento a todos aquellos escritores, me da igual lo que escriban escritores todos al fin y al cabo, que en la Feria del Libro de Madrid (o en cualquiera de las ferias literarias de nuestro país) no tuvísteis el brillo y las ventas que merecéis.

El mundo literario y, sobre todo, el de la edición es muy caprichoso y se mueve en no pocas veces por intereses espurios. He visto muchos escritores con obras muy dignas este año y en otros anteriores que por no estar detrás 'Fulanito' o 'Menganito' o ser el caprichito de esta o aquella editorial y/o no andar cual 'promesa semana santera' detrás de este o aquel otro escritor o persona de influencia, pasan un calvario para conseguir la justicia que se les resiste cuando otros se las dan rodada y no valen sus publicaciones ni para envolver la compra.

Tenacidad, humildad, entrega y seguid luchando por escribir así de bien; que os importe un pimiento esos que se llaman a sí mismos grandes y las instituciones que se erigen en calificadoras de lo que les viene en gana e insisten en que todos les aplaudan cuando van pisoteando las ilusiones y el buen hacer de muchos verdaderos genios desconocidos; ésos ya tienen para sí su premio....

La honestidad y la calidad, aunque es cierto que a veces es lo que menos se evalúa de un autor y su obra, no es menos cierto que en otras muchas ocasiones dan su fruto. 

¿Yo?
La verdad es que me fue más que bien en esta pasada Feria del Libro de Madrid - y en la de los años pasados, por qué no decirlo -,  espero estar a tu altura, querido autor desconocido,... algún día. Ese será mi premio. 

  Y LOS SUEÑOS, SUEÑOS SON...                                                                                                               ...