viernes, 17 de junio de 2022

 

Y LOS SUEÑOS, SUEÑOS SON...
                                                                                            (REFLEXIÓN TRASNOCHADA)
                                                                                          

Hay veces que la vida te pone un manjar exquisito tan cerca, que su olor te embriaga y su sabor te hace la boca agua…; después pasa por delante pero continúa su camino. Te deja peor que estabas antes de conocer la ambrosía.
Bécquer seguramente lo describió pensando en Julia Espín con estas palabras...
"Es mi vida un erial,
flor que toco se deshoja,
Que en mi camino fatal
Alguien va sembrando el mal
para que yo lo recoja"
La vida de Bécquer es un ejemplo de ello y, sin embargo, lejos de caer en la cotidianidad, hoy leemos los más maravillosos poemas de amor salidos de sus amores, desamores, frustraciones, pasiones, añoranzas, desvelos, al margen de la realidad de su vida diaria (aunque haya algún que otro sesudo estudioso que piensen que fue un gran fingidor; yo no lo creo por lo que he estudiado y leído sobre él).
Hay días que te llegas a sentir así porque llevas las expectativas más allá de lo que habías imaginado, soñado y ya sabemos lo que bien dijo Calderón en boca de Segismundo... "Los sueños..., pues eso, sueños son"
A pesar de todo, no dejes que la realidad que puede ser dura, muy dura a veces y más de lo que puiere parecer, acabe con tu mundo interior; déjalo salir libre y que vuele en el maravilloso cielo estrellado de la poesía, del amor, y de tu anhelada, soñada y trasnochada verdad.
© José Francisco Romero

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